domingo, 28 de diciembre de 2008

Dejara de existir nuestro planeta?


En el principio
no había existencia ni inexistencia;
todo este mundo era energía sin manifestarse...
El Ser único respiraba, sin respiración,
por su propio poder. Nada más existía...
- Himno de la Creación, Rig Veda


Dentro de poco tendremos la entrega de los premios Oscars que otorga la Academia de cine de USA.
Me gustan,mas haya del asunto comercial aunque prefiero los demas festivales como el de CAnnes,asi que por falta de tiempo decidi ponerme al dia con las peliculas nominadas.
Buscando encontre una pelicula reciente que vi,"El dia que el mundo se detuvo",protagonizada por Keeanu Reaves,la verdad me dio miedo!!,porque algo de ese asunto anda rondando hace tiempo y acabamos de festejar la navidad en honor a Cristo.
Entre esos angeles y demonios que rondan la cabeza me debatia entre creer que cristo regresara o los extraterrestres?no sera cristo un extraterrestre y la virgen maria dijo que el espiritu santo la embarazo porque no se aceptaban las madres solteras en ese tiempo?la nueva era de los mayas esta en proceso?miles de preguntas me invadian,me he informado de estas y mas teorias sobre este asunto de nuestro origen y nuestro final,mas viendo que nuestro planeta azul es bello por fuera y por dentro.
Tenemos dudas,nada concreto,cada uno con sus creencias,no hay pruebas mas que la fe o el avistamiento o las investigaciones que aun se hacen son temas diferente.
Creo que lo mejor es no preocuparse si va haber vida despues de esta sino que haya vida ahora.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

TERCERA EDAD


mujeres viudas,
75 años,
en un bar,
1:00 am...
segun pasan los años el promedio de vida ya es de 100,edad biologica y cronologica ya no es lo mismo para la ciencia mientras se es joven se vive intensamente..bueno ellas no piensan igual

domingo, 23 de noviembre de 2008

SIGLO XXI SIGUE EL CAMBALACHE





...Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
.... Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclado la vida...

Tango-1934

Se nos ha mezclado la vida,vale menos que nada,en un segundo la perdes,el canibalismo esta presente, ya nada es ficción todo es real para que ver películas de horror si el horror esta en tu noticiero diario?.
Ayer lei en el boleto del colectivo urbano”;no sigas a los sabios porque ya conoces el camino”,y me quede reflexionando al respecto pero cual es el precio?
nos gustan los riesgos y por mas que sepamos sobre una consecuencia de un acto nos tropezamos con la misma piedra.
Cuando algo se hace con bonanza creo que no esta mal, es aceptable, pero cuando algo se hace al propósito con la indiferencia el egoísmo no hay defensa valida contra esas cosas.
Vivimos en un mundo complejo donde dale que va total...
Nadie discute que los avances tecnológicos, medicinales y demás estén mal.Se discuten las guerras,las leyes,los psicopatas.los asesinos,el horror.Siempre decimos q el tiempo pasado fue mejor todos las generaciones dicen los mismo cada año,pero nada de estas cosas cambian siguen y siguen solo unos pocos son los hacedores.

Para ilustrar Les dejo un Fragmento de Alejandro dolina “Elogio del fracaso” :Los Hombres Sensibles han producido numerosas apologías del fracaso. Sus enemigos sostuvieron siempre que tales expresiones no eran más que un pálido intento por demostrar que sus melancólicos destinos eran el efecto deseado de conductas acertadas. ..
..Tal vez hay en el éxito una salud grosera que debió repugnar a aquellas almas elegantes.
Ya mismo hay que decir que existieron personajes extremos, capaces de llevar estos curiosos criterios hasta los distritos de la locura. Así, ciertos sujetos obtusos no se contentaron con soportar el fracaso: lo buscaron apasionadamente.
Como nadie, Almafuerte sintió que la frustración es la meta final de todo destino y sospechó que para compadecer cabalmente era necesario abismarse en la desgracia y aun en la infamia.
Puede concebirse un pesimismo todavía más hondo: el universo es tal vez un fracaso. Vivimos entre los restos melancólicos de un propósito maravilloso que salió mal. Resisto aquí la tentación de extenderme en una alegoría.
Otros postulaban el fracaso silencioso. Humildemente alcanzo a adivinar una tercera e ínfima categoría: el fracaso inconsciente. Alguien pierde y no sabe que pierde o -peor aun- cree que gana....

viernes, 14 de noviembre de 2008


Un artículo de Eduardo Galeano


Siguiendo con mi biblioteca virtual,decidi compartir con uds este articulo que recibi por e-mail.

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
¡Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.
¡¡Nos están fastidiando!! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de las Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'. Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo.. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Sí, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos... ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las chapitas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
¡¡¡Las cosas que usábamos!!!: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón. Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor.
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en porta lápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.

miércoles, 12 de noviembre de 2008


A TI

Ahora, decidme: ¿Cómo podremos reunirnos alguna vez, en el mismo sitio y a la misma hora?
Conocí mi segundo nacimiento cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y se casaron.
Toda semilla es un anhelo
Khalil Gibran

Habiendo trascendido las leyes de la física, entre él limite con las estrellas y el mas alla,al dar luz a mi hija y quedarme sin casi nada para decir, encontré revolviendo en la biblioteca virtual esto que quise compartir

PROPUESTAS BASADAS EN EL PENSAMIENTO DE JOSÉ HERNÁNDEZ
Combatir la marginalidad,
mediante la solidaridad y el amor.
Constituir la familia agraria,
e inundar el país de huertas familiares,
escolares y comunitarias,
hasta erradicar el Hambre y la Desnutrición.
Lograr
SALUD, EDUCACIÓN Y JUSTICIA,
para todos.
Acordemos que la Paz no debe ser una utopía, sino una realidad trascendente en el corazón del hombre humilde.
Tributo a Hermann Hesse

No podia dejar de mencionar en mi blog a este “genio” de la literatura,ya fallecido que inspiro a muchas personas y que particularmente “abrio mi mente” en mi búsquedas personales.
Aquí les dejo algunos extractos sacados de algunas de sus obras.

...“Es algo hermoso esto de la autosatisfacción, la falta de preocupaciones, estos días llevaderos, a ras de tierra, en los que no se atreven a gritar ni el dolor ni el placer, donde todo no hace sino susurrar y andar de puntillas. Ahora bien, conmigo se da el caso, por desgracia, de que yo no soporto con facilidad precisamente esta semisatisfacción, que al poco tiempo me resulta intolerablemente odiosa y repugnante, y tengo que refugiarme desesperado en otras temperaturas, a ser posible por la senda de los placeres y también por necesidad por el camino de los dolores...”
solo para locos(lobo estepario)

"...todo aparece un poco diferente cuando se lo expresa, algo falseado, un tanto necio, sí,y también esto está bien y me complace muchísimo; aun con ello estoy perfectamente de acuerdo, que lo que es tesoro y sabiduría de un hombre suene de un modo tonto en los oídos de los otros" (Siddhartha)

martes, 11 de noviembre de 2008